7 Coyhaique – Villa Cerro Castillo

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S2730005No ha llovido por la noche y el cielo está limpio, pero la humedad lo ha dejado todo empapado. He empaquetado mi carpa totalmente mojada, ya la secaré, y avanzo lentamente en dirección a Coyhaique para recorrer los 30 kmts que no pude terminar ayer. La carretera asfaltada asciende ligeramente, y el intenso tráfico de ayer a desaparecido por completo en este plácido amanecer. A los pocos kilómetros me topo con un pequeño santuario en las rocas rodeado de árboles. Extiendo mi dedo índice y, por un momento, me siento ET.

 

 

S2730011Reanudo mi marcha y, al rato oigo el ruido de un motor que se acerca renqueando por mi espalda. No se porqué, se me ocurre sacar el brazo izquierdo extendiendo un dedo, esta vez no es el índice, es el pulgar. En un trís, mi bici está encima de un montón de leña, y yo, encajonado entre dos colonos que van a la ciudad a vender su mercancía. Me cuentan la vida de los colonos, la facilidad con la que pescan salmones y truchas en cualquiera de los ríos de la zona, los trapicheos con los argentinos a pocos kilómetros de Coyhaique. Estoy cómodo y feliz, dejando que este cacharro nos suba la dura y larga cuesta que lleva hasta la ciudad. No era bueno este esfuerzo a estas horas de la mañana, me consuelo.

 

carretera australMe cuesta salir de Coyhaique, a pesar de ser domingo está todo abierto. Hay cafeterías, supermercados, tiendas de deportes y, hasta turistas. Ya me han avisado que a partir de aquí, poca cosa, que si tengo que sacar o cambiar dinero, esta es la última oportunidad. Lo hago, me paseo por sus calles, me compro una gorra para el sol y, perezosamente, me pongo en marcha. El clima ha cambiado en esta zona, mucho más seco, y el paisaje también, más cercano a la pampa que a los bosques y ríos de atrás. Carretera asfaltada, repechos, viento y bastante tráfico durante los 40 kmts que me llevan hasta el cruce de Balmaceda.

 

CoyhaiqueLa carretera sigue hacia Balmaceda y su aeropuerto y, un poco más allá, otra frontera con Argentina. Yo giro a la derecha, por la Carretera Austral, con mejor piso y escaso tráfico, pero no tardo en encontrarme con otra subida. Mi cuerpo se está habituando a las palizas sobre la bici, pero el cansancio y algo de conocimiento sobrevenido me hacen ir tranquilo. Despacio y disfrutando de los paisajes de la Reserva Nacional Cerro Castillo que estoy atravesando, consigo llegar hasta lo alto del puerto. Aquí hay un camping muy chulo, en medio de un bosque con un pequeño río y manantiales. Buen sitio para parar y comer algo.

 

Villa Cerro CastilloEsta hora larga me ha sentado de cine. Me ha faltado el cafecito, y que no hubieran estado esos críos corriendo y gritando por ahí. Tanta soledad me está volviendo… bueno.  Retomo mi soledad con un llano que bordea un pequeño lago y, empieza una larga bajada. Buah! Que gozada! Una larga bajada hasta el cruce de Puerto Ingeniero Ibañez. Un pueblo que está al borde del lago General Carrera en su parte chilena, y que se llama lago Buenos Aires en su parte argentina. Pero no bajo a este puerto, sigo a la derecha por la Carretera Austral, este enorme lago lo conoceré mañana, después de un largo rodeo.

 

S2730030Los 10 kmts que me faltan a Villa Cerro Castillo son llanos y los disfruto. No voy con agobios, por primera vez llego tranquilo y sobrado de luz. Pero estoy chalado, pienso en que hoy “solo” me he tragado 120 kmts. El cansancio se acumula, pero el cuerpo se habitúa. Hay camping y algún hotelito, el turismo comienza poco a poco también por aquí. Finalmente me alojo en una casa particular donde una señora, al tanto de este incipiente turismo, ha habilitado tres habitaciones con baño comunitario. Con paredes de tabla de madera, entramos justo la cama, las alforjas y yo. Unas chavalas del pueblo que han montado un restaurante en un viejo autobús abandonado, me dan de cenar. A través de la ventanilla, el sol se pone tras la montañas y glaciares que rodean al pueblo.

Villa Cerro Castillo

 

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